domingo, 28 de diciembre de 2014

Musalidades



Un día quise ser la musa
que tus versos inspirara;
busqué encontrarte
en lugares comunes
para hacerme notar
entre ese enjambre
de mujeres ansiosas
de tu mirada,
y ser tu musa
sin que supieras
que en mis poemas
te dibujaba.

Quise serlo, y lo fui,
lo presentí antes del instante
que nuestras miradas,
en intuitivo anhelo,
se encontraron.

Los sentimientos
y las ideas
se entremezclaron,
y desde entonces
cada uno es el otro,
respiras mi nombre
y yo tu  nombre respiro,
miras a mi través
como yo lo hago
a través tuyo;
sólo cuando
frente a frente estamos,
sólo entonces

es cuando callamos.

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